El desafío de disminuir los residuos del plástico

La “Estrategia Europea para el Plástico en una Economía Circular” señala la importancia que este material tiene para la economía, el empleo y la vida cotidiana, así como la urgente necesidad de actuar para reducir los residuos generados.

El considerable aumento de los residuos del plástico y su presencia en el entorno genera un serio problema ambiental, daña el turismo, la pesca y el transporte marítimo, y puede afectar a la salud humana a través de la cadena alimentaria.

La solución a este problema pasa por elevar el montante que es reciclado y reutilizado una vez finalizada su vida útil, y por disminuir la cantidad de plástico que llega al vertedero o se incinera.

Menos plástico en nuestras vidas tiene un efecto directo sobre el control de las emisiones de carbono que se emiten a la atmósfera, contribuye al uso sostenible y responsable de la energía y los recursos y reduce la dependencia de la extracción de combustibles fósiles para la producción de plástico.

Sistemas de recogida de residuos selectiva eficaces, combinados con una minoración de la basura del plástico y una mayor concienciación del consumidor, son esenciales para aminorar la contaminación por plásticos y el impacto negativo en la salud y en el medio ambiente.

Es un objetivo estratégico para Elche, aumentar las cantidades de plástico que se depositan en el contenedor amarillo una vez finalizada su vida útil, facilitando a toda la ciudadanía contenedores para su recogida selectiva, pero también generando cultura ciudadana preocupada por el impacto que sobre el medio ambiente tiene el excesivo uso de este material.

En la “Estrategia Europea para el Plástico en una Economía Circular” se contempla el horizonte de 2030 para que todos los envases de plástico comercializados puedan ser reutilizables o puedan reciclarse de un modo rentable. También se enumeran una serie de medidas para combatir progresivamente este residuo:

  • Diseño de productos que duren más, se puedan reutilizar y reciclar.
  • Aumento de los niveles de la recogida selectiva de residuos plásticos.
  • Reducción de los envases de plástico que se desechan tras un breve uso, pues rara vez se reciclan y acaban muchas veces arrojados al suelo -pequeños envases, bolsas, tazas, tapas, pajas y cubiertos.
  • Aumento de la utilización del plástico reciclado.
  • Minoración de la basura marina, que es transportada por las corrientes, se degrada en microplásticos o forma zonas densas de basura que queda atrapada en los torbellinos oceánicos.
  • Reducción de la contaminación por microplásticos, diminutos fragmentos de plástico de menos de 5 mm que se acumulan en el mar y cuyo pequeño tamaño facilita que la fauna marina los ingiera fácilmente y entren en la cadena alimentaria.
  • Impulso de la inversión y la innovación para encontrar soluciones circulares.